Los planes de exploración de nuevos bloques y de certificación de nuevos reservorios en el país no han avanzado como esperaban en éste quinquenio y en el año y las inversiones externas e internas en el negocio energético tampoco han sido de las mejores. Aunque no estamos a fin de año ésta será la frase de fin de año: no hubo avance en materia de hidrocarburos.
Un caso concreto que va “apurando” la necesidad de gas: el tema de la industria siderúrgica del Mutún, bajo administración multinacional, que requerirá entre 6-8 Mmm3d (millón de metro cúbico diario) de gas natural para el arranque de su primera fase del proyecto y entre 9-11 para el segundo estadio del proyecto. Hace un par de años en una columna comenté que el gigante proyecto siderúrgico, como el del litio en Potosí, requieren grande volúmenes de gas por día y adicionalmente a ello requiere ser transportado desde los centros de explotación hasta el Mutún. En el caso de la siderúrgica requieren gas para la transformación del acero y para la generación de electricidad. Casi todo el volumen de gas consumido internamente!
Por ello era importante haber definido una NPE Nueva Política Energética en 2006 para proyectar y tener una visión de país por los próximos 30 años, de manera que no hubiera ocurrido éstos desbalances a los que la administración estatal está obligada a hacer malabarismos por falta de oferta de gas natural, particularmente.
En otro prueba de la “seriedad” del Estado boliviano hace unos días el propio ministro del sector energético dijo que la compañía multinacional a cargo del proyecto podría “irse”.
Al margen de los contratos que Bolivia tiene de provisión externa de gas natural con Argentina y Brasil, hay un tema preocupante de falta de gas para el consumo interno.
Cada vez los industriales de Cochabamba, Tarija y de La Paz se quejan –con justicia- de falta de oferta de gas.
La producción de gas natural nunca superó la barrera de los 45 Mmm3d. Nunca! Ni los mejores analistas ni los técnicos del Estado podrán desacreditar la cifra indicada. La producción rondó siempre entre 38-40 Mmmm3d.
En el mercado interno la demanda debe ya sobrepasar los 10 Mmm3d y apenas se le oferta menos de 7 Mmm3d. Siempre se hizo malabarismos con los compradores externos: por varios años se cesó la exportación de gas a Cuiabá y se redujo entregas a Brasil.
Para el 2015 Bolivia va a requerir mínimamente entre 75-80 Mmm3d, considerando que el proyecto Mutún estará ya funcionando a capacidad, se iniciará un proyecto de industrialización a escala de gas (la planta de conversión de gas a líquidos, por ejemplo), se cumplirá con los requerimientos internos de consumo, etc.
Lo que se reclamaba hace 5 años sigue siendo materia de debate: no existe una NPE, no hay la Ley de Hidrocarburos, no se mejoró las condiciones de refino, no hay mayores ductos, no se tienen cifras importantes invertidas en desarrollo de campos, ni en exploración intensiva y lo que es peor y es para reclamar: se han endulzado la boca –los que sabemos- con el tema de la industrialización de gas y a la fecha no existe nada de eso.
Pero bueno, más allá de las quejas y consideraciones, más allá de los “aliados” y “grandes amigos” que el régimen boliviano mantiene con los totalitarismos de Venezuela e Irán –que por cierto les importa un reverendo rábano la situación energética boliviana, dado que esos regímenes tienen sus propios proyectos, mercado y geopolítica energética muy diferente a la nuestra- lo cierto es que hace falta más gas para el consumo interno. Los cortes de luz –impensables en los “detestados” gobiernos neoliberales- hoy son frecuentes. Los “foquitos ahorradores” son la gran solución de los administradores del Estado ante un hecho que debiera enfrentarse en su real dimensión: Bolivia es un país del gas y para su desarrollo requiere capitales externos para explorar, explotar, comercializar e industrializar el gas, pero con mentalidades abiertas, globales y no endurecidas por falsos principios.
Un espacio de análisis y debate de la realidad boliviana, desde la perspectiva energética. Energía, Gas, Petróleo para el Desarrollo Económico.
viernes, 14 de octubre de 2011
De todas formas hace falta más gas
Por Boris Gómez Úzqueda-Máster en Administración de Empresas.
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