El reciente escándalo que involucra a la principal autoridad ejecutiva de la compañía estatal de gas y petróleo –con asesinato de por medio de un prominente empresario- muestra la punta del iceberg de la descomposición a la que el país llegó.
Bolivia es rica en recursos naturales, particularmente en gas cuya reserva es más importante que la venezolana y la peruana. Las posibilidades de exploración y certificación de comercialidad de nuevos reservorios nos ponen en la buena vereda para articular nuevos negocios derivados de valor agregado en gas.
Sin embargo como la nacionalización de 2006 fracasó, encima con escándalos como los de dominio público, ahora quieren insertar en el debate un tema que si bien es importante no es prioritario: el litio. Nadie va a discutir la importancia para el desarrollo económico de los procesos de industrialización de litio, pero sí vamos a insistir en que el proceso de industrialización de gas en derivados aún es una materia pendiente en el país, y más vale que nos dediquemos a eso antes de estar brincándole a otras materias.
La Constitución ya fue modificada, ahora resta que con seriedad se establezcan las líneas maestras para lo que debe ser la nueva Ley de Hidrocarburos, sustentada en una NPE (nueva Política Energética).
Para ello es imprescindible salvar a Bolivia, a su imagen y a sus instituciones de la debacle en que se encuentran, particularmente en asuntos energéticos.
Se reitera la sugerencia: Que el Presidente convoque de manera inmediata a un Consejo Nacional de Energía e Hidrocarburos CNEH compuesto por la sociedad civil, por técnicos expertos, por el sector empresarial, por las prefecturas y municipios y por ciudadanos notables entendidos en la materia.
El CNEH tendría la misión principalísima de: a) elaborar la Nueva Política Energética de Bolivia por los próximos 20 años, señalando cuál la visión de país; b) establecer las líneas de acción en inversión multinacional para exploración de áreas tradicionales y nuevas; c) reestructurar a YPFB y convertirla en plazo máximo de seis meses en una corporación económicamente activa de mentalidad transnacional pero con objetivo de servicio social; d) abrir puertas de Bolivia en escenarios internacionales para facilitar y estimular la intervención de compañías internacionales en procesos de desarrollo de campos y producción, bajo esquema de asociación de riesgo accidental con el Estado y con las actuales compañías operadoras; e) elaborar las líneas maestras para la modernización del proceso de refino, invitando a ese fin a compañías internacionales con expertice en el rubro; f) elaborar los proyectos de Ley de Hidrocarburos, Ley de Nuevas Energías, Ley de Electricidad y preparar los marcos legales adecuados a ser aprobados en la Asamblea Legislativa (ex Congreso); g) preparar los documentos adecuados que reformen a las compañías ex capitalizadas, manteniendo sus niveles de acción y/o planteando acción de cambio de timón; h) en el marco de la NPE elaborar los perfiles de negocios en gas a líquidos, promoviendo inversión especifica; i) de igual forma establecer proyectos técnicos con multinacionales en próximos negocios en petroquímica de segunda generación; i) reformular la matríz energética basada en gas, promoviendo con el sector eléctrico nuevas agendas de co-generación; j) formular proyectos en LNG (liquid natural gas), relanzando ideas y complementando con proyectos de apertura de nuevos mercados; k) estimular la investigación interna y la suscripción de acuerdos comerciales con compañías para mejorar condiciones de logística de transporte de combustibles al interior del país, mejorando condiciones de distribución y bajando costes de importación; l) estimular proyectos internacionales para tendido de gasoductos y líneas de electricidad, m) iniciar debates sobre biocombustibles y nuevas energías a partir del gas como el DME, di methil éter, invitando a ello a expertos y a países con experiencias probadas; n) institucionalizar todos los cargos de YPFB y del Ministerio de Hidrocarburos, llenándolos con personal técnico cualificado alejado de las angurrias partidarias; o) proponer líneas de negociación con las actuales compañías operadoras de campos para que desarrollen los mismos bajo nuevas condiciones en donde YPFB sea un asociado en negocios de valor agregado; p) incorporar al debate sobre el sector a las gobernaciones en cuyas jurisdicciones estén las reservas de gas y petróleo; q) incorporar en el debate a El Alto, cuya fuerza movilizada de octubre de 2003 con la "guerra del gas" al perjudicar el desarrollo energético boliviano se perjudicó así mismo, para incorporarlo en futuros proyectos que involucren industrialización a escala de gas natural; r) declarar a Bolivia centro energético continental con la posibilidad de que compañías serias vengan, investiguen y propongan negocios compatidos en toda la gama de industrialización a escala.
Las ideas pueden continuar, pero lo importante es salvar a Bolivia del entuerto en el que está.
Este CNEH tiene la misión fundamental de en un plazo de 8 meses reordenar el sistema político e institucional del sector y proponer la creación de nuevos escenarios en donde los negocios puedan fluir sin la confrontación que existe ahora.
Mostrar a las compañías internacionales, a los mercados circundantes y a los nuevos mercados para nuestro gas y para los productos de valor agregado al gas que Bolivia tiene la capacidad de reordenarse y relanzarse en el escenario geopolítico internacional como proveedor de energía confiable. Si en 1985 se paró la inflación, se reordenó el país y se institucionalizó a YPFB con la NPE (entonces denominada Nueva Política Económica) del gobierno de Víctor Paz Estensssoro del MNR; hoy en 2009 urge una NPE (una Nueva Política Energética).
Un espacio de análisis y debate de la realidad boliviana, desde la perspectiva energética. Energía, Gas, Petróleo para el Desarrollo Económico.
viernes, 20 de febrero de 2009
Consejo Nacional de Energía e Hidrocarburos ya !
Por Boris Gómez Úzqueda
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