Hidrocarburos: de lo macro a lo micro

Por Boris Gómez Úzqueda

Quién lo diría. Hemos pasado años deliberando la potencialidad boliviana de exportación de valor agregado en gas, productos petroquímicos, conversión de gas a líquidos, generación eléctrica a partir del gas y hasta de exportación de excedentes vía LNG como proyectos macro, importantes para el desarrollo de mercados energéticos del cono sur –tan urgido de combustibles y electricidad-, con importantes alianzas y multimillonarias inversiones proyectadas, para terminar hablando y discutiendo de la parte "chica" del tema hidrocarburos: nuestro propio abastecimiento interno.
La producción de líquidos, GLP (está pendiente la instalación de la planta de Río Grande, de 80 millones de dólares), y gas natural están en su límite. Porque no hubo construcción de nuevas infraestructuras energéticas (gasoductos, refinerías, fraccionadoras, etc.) ni tampoco hubo inversiones en exploración. La superación tecnológica de la estatal no va a ir de la mano con "apenas" 1000 (mil millones) de dólares que se traspasarán del Banco Central (BCB) como "préstamo" ni tampoco echando mano de las RIN, que más bien debieran apalancar esos grandes proyectos que están por de pronto olvidados. se requiere mucho más pero sin abandonar el pensamiento estructural, macro, la energy policy que tanto hace falta.
Finalmente el precio del barril de petróleo todavía producido internamente (tope de 46 mil barriles) está a 27 USD a punto de alcanzar el precio internacional, debiendo servir éste bajón para subir precios de combustibles refinados a precio internacional y dejar de importar diesel, por ejemplo.
Aquellos grandes proyectos basados en negocios de valor agregado a gas están postergados por un buen tiempo. Todo gracias a la alta ideologización que el sector está sufriendo y porque sencillamente la improvisación sumada al chauvinismo energético congeló temas "grandes".
La anunciada importación de diesel confirma todo: PDVSA "garantizará" el abastecimiento en el mercado interno con 400 mil barriles mensuales que representan un coste de no menos de 400 millones de dólares!!
Desde la dirigencia estatal, a través de una de sus nuevas subsidiarias "Andina", han prometido inversión para próximos años con perforación de 31 nuevos pozos productores de petróleo. Ojalá vaya bien y sea positivo. No olvidemos que San Alberto y San Antonio son uno de los más importantes de producción de gas. Y prevén pasar de 3 a 6 Mmm3/D , buenas cifras pero "chicas" considerando la magnitud de los proyectos que se anunciaron y debatieron largamente siempre sustentados en que en el país habría un salto cualitativo y cuantitativo en energía a partir de desarrollo de nuevos negocios en E & P (exploración y producción).
La próxima hablaremos del tema eléctrico. Pero es otro sector que requiere urgente atención y que va de la mano indiscutible de la producción de gas. Es una pena, son muchas pelotas en el aire, y el malabarista no es tan bueno, en todo caso el consuelo es decir "ojalá vaya bien" y logremos reponer nuestra visión grande, macro y superar éstos inconvenientes micro que mucho nos afectan a nuestra credibilidad de país gasífero y "potencia" integrante de la mal llamada "Opep del gas".
A todo éste asunto hay que agregar algo que parece redundante: más incertidumbre porque con la nueva Constitución habrá una Nueva Ley de Hidrocarburos.