La hora ha llegado para optar valientemente entre dos visiones de país; la que nos ofrecen los tarijeños y tarijeñas libres (chapacos y chaqueños), unidos solamente por el profundo compromiso y pasión por la Libertad y la Democracia, unidos por nuestra capacidad de Autodeterminación, nuestra fe invariable en la Autonomía Departamental, que la venimos construyendo en dos referendos y dos cabildos multitudinarios, por nuestra defensa inclaudicable de las regalías y la integridad del territorio y sobre todo por su amor a Tarija y sus valores, a su identidad y cultura chapaca, a su forma y calidad de vida, a su fe y su credo religioso, a su santuario de Chaguaya, sus fiestas religiosas, grande de San Roque y del Rosario, sus héroes: don Eustaquio Méndez, los hermanos Uriondo, Avilez, su clima que nos hace serenos, prudentes y sinceros, nos hace diversos en sus distintos pisos ecológicos; amplios, solidarios y acogedores con nuestros hermanos bolivianos que migran hacia este vergel..
La otra visión de País, que se pretende imponer por el gobierno en el Referéndum del 25 de enero próximo, mediante los últimos retoques de maquillaje introducidos por el Congreso de la República al proyecto de Texto Constitucional aprobado ilegalmente en Oruro; es una Bolivia en la que Tarija ya no será mas Tarija, será aquella que ha perdido su libertad y orgullo de pueblo libre y abigarrado, será una Tarija sometida, sojuzgada y prisionera de un Estado Plurinacional, totalitario, racista, etnocéntrico, construido sobre la ruptura del principio de la igualdad con la imposición del Indigenismo Fundamentalista y el sometimiento de los mestizos y la clase media a los designios perversos de quienes siendo “karas” pretenden sobreponer “el poder y la hegemonía aymara” con su nacionalismo exacerbado sobre los otros collas, sobre los cambas, sobre nosotros los chapacos y todos los otros pueblos de la hoy todavía Bolivia.
Será una Tarija sometida a la cultura del “conflicto y la convulsión social” el bloqueo, el asalto, la violencia contra el adversario, que ya se ha trasladado del Alto al Departamento de Tarija.
Será una Tarija, con un supuesto régimen autonómico, que caminará sobre silla de ruedas y muletas, sin poder desarrollarse en el tiempo, con cualidad legislativa restringida y confusa por las contradicciones del proyecto de Constitución. Con excesivas potestades para el nivel Central de Gobierno e insuficientes para el nivel departamental. Con estatutos que tienen que adecuarse al texto constitucional, privilegiando autonomías regionales y dejando atrás la tan importante autonomía provincial.
Será una Tarija con una debilidad económica extrema, por sus recursos departamentales disminuidos notablemente, con la prevista redistribución de las regalías en los Artículos 8vo parágrafo II, 313 incisos 2 y 4, 316 inciso 7mo).
Será una Tarija, enfrentada permanentemente a la amenaza de la redistribución de sus territorios de acuerdo a lo previsto en los artículos 2do y 30 inciso 4to), generando disputas entre las provincias, municipios y cantones afectando la estabilidad y unidad departamental, conseguida tras un largo proceso de concertación. Esta amenaza acentuada con la institucionalización de las autonomías regionales, creadas bajo el criterio de debilitar la autoridad del nivel departamental, que es la única instancia que podría asegurar una planificación global concertada.
Será una Tarija empobrecida, ante el excesivo intervencionismo del Estado en la Economía, en la organización económica, en las políticas de desarrollo, políticas fiscales y sectoriales que privilegiaran solo a las “supuestas mayorías circunstanciales”. También marginal, por el monopolio del Estado Centralista en la producción, distribución y comercialización.
Será una Tarija que habrá perdido su vocación democrática, porque el principio de soberanía que hoy radica en el pueblo, y en el sistema “un hombre un voto” ya no regirá más, porque este ha sido transferido a las plurinacionalidades y los llamados usos y costumbres de inexistentes 36 naciones. Asimismo a las entidades corporativas del Estado Fascista (Sectores Sociales S.S.) que se organizaran en el mal llamado “control social”.
Será una Tarija, que forma parte de una Bolivia que habrá retrocedido al oscurantismo con la Justicia Comunitaria vacía de forma y materia.
Será una Tarija, limitada en su desarrollo, por un Presidencialismo de Poder Desproporcionado que por la vía de la coacción y la persecución política, cuyas facultades se le otorgan al Presidente para destituir a los comandantes de las Fuerzas Armadas y de la Policía sin control previo ni posterior a dicha decisión, y en la perspectiva de una subjetiva y falsa defensa de la Unidad Nacional permitiría la represión y el genocidio inclusive.
Para finalizar, debemos hacer conciencia que el texto arbitrario y avasallador de las competencias de la Asamblea Constituyente, aprobado en el Congreso, con una oposición que debía haberse retirado oportunamente para no validar este monstruo de dominación, mal llamado Constitución, surgió de la plena y mas absoluta ilegalidad al haber violentado todos los procedimientos y normas que regían la Asamblea Constituyente, ese texto ha nacido de la violencia y la muerte de tres ciudadanos chuquisaqueños, que en el extremo de la ilegalidad se apartó del procedimiento de lectura, deliberación y aprobación detallada de los informes de mayorías y minorías de las 21 comisiones, cuyo resultado jamás hubiera sido el mismo que se aprobó finalmente en Oruro. Consiguientemente, ese texto es nulo de pleno y absoluto derecho, por cuya razón, ante la excesiva demora de las autoridades para fijar una posición en un tema determinante para nuestro futuro, los tarijeños democráticos, autonomistas, respetuosos de nuestras tradiciones, asumimos compromiso de continuar invariablemente esta cruzada y lucha en defensa de Tarija en consecuencia votaremos NO a la constitución que será sometida a consulta ciudadana el 25 de enero próximo
*Docente de D. Constitucional y Teoría del Estado
CARRERA DE DERECHO
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA JUAN MISAEL SARACHO
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