martes, 23 de septiembre de 2008

Nacional Socialismo y Movimiento al Socialismo

por Javier Paz García

Me impresiona la ligereza con la cual el Movimiento al Socialismo (MAS) acusa de fascistas y nazis a diestra y siniestra. Pero cuando vamos más allá de las acusaciones vacías y miramos los hechos, vemos que en realidad es el MAS el que tiene una cantidad impresionante de similitudes y coincidencias programáticas y metodológicas con el Partido Nacional Socialista (nazi).
Las coincidencias comienzan con los nombres mismos, casi idénticos: ambos son movimientos nacionalistas y socialistas. Las ideologías son iguales: propugnan un nacionalismo centralista y racista, ario en el caso de los nazis, indigenista en el caso del MAS. Ambos son altamente ritualistas. El nazismo saluda con la mano en alto, el MAS con el puño en alto. El nazismo pone la esvástica nazi al nivel de los demás símbolos patrios, el masismo hace lo propio con la wiphala. Ambos movimientos repudian la religión.
Los nazis tenían sus SA y SS que causaban terror, el MAS tiene también sus SS (sectores sociales). Para ambos partidos, la democracia no es más que un medio por el cual llegar al poder, para luego deshacerse de ella; ambos destruyen las instituciones democráticas, las cortes electorales y los poderes Legislativo y Judicial. Creen en la lucha armada y la violencia revolucionaria. Ambos son centralistas, extremadamente centralistas. Hitler prometía que la Alemania del III Reich iba a durar 1.000 años, Evo promete refundar Bolivia y cree, como Hitler, que la historia comienza con él. Los nazis inventaron el mito del enemigo interno: los judíos, a quienes culparon de la pobreza del pueblo alemán. Los masistas hicieron del enemigo interno al oligarca criollo cruceño, a quien culpan de la pobreza del pueblo boliviano. Ambos incentivan activamente el odio racial. Hitler decía que él luchaba por el pueblo alemán, Evo dice que lucha por el pueblo boliviano. Hitler regaló pan al pueblo alemán, lo cual lo hizo popular; Evo regala bonos al pueblo boliviano, lo cual lo hace popular. Ambos prometieron el paraíso si su pueblo les seguía. Los nazis cerraron el Parlamento de forma definitiva, los masistas lo cierran de forma temporal con sus cercos. Hitler fortaleció a la Wehrmacht, con lo que enamoró a los oficiales alemanes; Evo a las FFAA, con lo que enamora a los oficiales bolivianos. Según testimonio de un comandante, ningún presidente le había prestado tanta atención a las FFAA en Bolivia como lo ha hecho Evo (el testimonio casi logra sacar lágrimas de mis ojos por su ternura). Hitler mató a Ernst Röhm, comandante de las SA nazis, para deshacerse de una molestia; el masismo mató en Pando para deshacerse de la molestia de Leopoldo Fernández.
Los nazis incendiaron el Parlamento alemán, los masistas incendiaron la Prefectura cochabambina. Hitler era un orador populista; Morales también lo es. Ambos partidos promueven el culto al líder a quien muestran como salvador de la patria. Ambos líderes tienen canciones y películas en su honor (no sé si Hitler también llegó a sacar estampillas con su rostro). Ambos partidos censuran (con métodos diferentes) a la prensa libre. Ambos regímenes muestran una cara en el exterior y otra en el interior.


* Máster en Economía

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