Por Boris Gómez Úzqueda*
Desde fines de los noventa se tiene éste debate caldeando ánimos de la sociedad boliviana. El gas continúa dando batalla en vez de ser el instrumento de lucha contra la pobreza. Y esto por el fracasado "modelo" de estatización (nacionalización).
El proyecto LNG va a funcionar para Bolivia aunque no quieran los pesimistas y mal agüeros. Naturalmente se debe poner dinero en exploración de nuevos reservorios, mayores certificaciones (de gas) y producción a niveles que permitan satisfacer mercado interno, contratos externos y vislumbrar una industria de valor a escala. El propio secretario ejecutivo de ARPEL indicó que serán necesarios más de treinta mil millones de dólares en la industrialización de gas en los próximos diez años (El Diario LP 20.08.2008). Cifra con la que coincido.
Quizá nuestro mercado "natural" para el LNG sea, en su momento, el estado de California. Vamos por partes: el gas natural actualmente satisface 25% del consumo energético primario norteamericano, es preferible por ser un energético "limpio" comparativamente con combustibles fósiles.
Casi 40% de las reservas de gas están en países de bajo consumo energético pero lejanos de centros consumidores, para ser utilizado en grandes centros de consumo debe ser licuificado y transportado vía LNG, modo que incrementó significativamente la forma de transporte de energía y de hacer negocios que suplan demandas.
Esas dinámicas comerciales traerán ampliación de negocios entre países. Algunos datos: hasta 2007 habían circulando en los mares 260 tanqueros y 128 en construcción (ejemplo: un tanquero de 170 000 m3 tiene un costo de hasta 170 millones de USD), hay más de 20 terminales construidas incluida flotantes de licuefacción y regasificación (más de éstas, claro está) con una producción cercana a 171 MTPA (millones de toneladas por año). Sólo la poderosa Qatar tiene 10 trenes adicionales en construcción (un "tren" equivale a 15 millones de metros cúbicos por día de gas).
Para alegría latinoamericana el Perú se incorpora a "países exportadores" desde 2010. Kenia, Pakistán, sur África, Bolivia y otros países van a ser nuevos jugadores de LNG en los próximos veinte años.
Bolivia si bien se retrasó en la ingeniería y conceptualización del proyecto LNG al Norte del Continente, mantiene esa posibilidad que no está muerta, ni mucho menos; pero –con todo el optimismo- es necesario empezar a trabajar desde hoy. Y muy arduamente.
Expertos coinciden que de no empezar a diseñar proyectos hoy día para ser ejecutados en un plazo de aquí a 10 años (tiempo mínimo de maduración de éste tipo de colosales inversiones) estaremos "a la cola" de otros países.
Ciertamente el retraso nos perjudicó en, por ejemplo, buscar mercados, asegurar contratos, generar inversiones y flujo de financiamientos de bancos multinacionales, que –por la demanda energética- han disparado los precios construcción de plantas de licuefacción, incrementando costos de regasificadores y haciendo muy demandados a constructores de plantas.
La demanda norteamericana de LNG crecerá aún más pese a costes de transporte por tanqueros. La flexibilidad de éstas ventas spot y su capacidad de ser estratégicamente colocadas en cualquier parte del globo hacen que sea un negocio atractivo. Estados Unidos importa mas de 17 mt/a de LNG.
La meta boliviana podría ser llegar a 100 TCF de reservas en los próximos 10 años para que un proyecto de industrialización a escala y de exportación de LNG "corra" positivamente con rentabilidad para el Estado y para inversores.
En tanto debemos estar atentos en constituirnos en vendedores con precios competitivos para sustituir a fueles en mercados demandantes; ir construyendo una resolución del conflicto geopolítico ¿gas boliviano por Chile?.
Los proyectos pensados "hoy" deben preveer quíen y cómo serán financiados. Y ver cómo se consiguen y garantizan capitales, además de estructurar fórmulas de incorporación del Estado en éstas sociedades project finance complejas.
No olvidemos que cuando hayamos terminado de diseñar el proyecto habrán avanzado velozmente nuevas tecnologías en el mercado del LNG y habrá variación de demanda y de nuevos países ofertantes, considerando también valores (sólo como ejemplo el Henry Hub subió de 4.80 USD en 1996 a casi 12 USD en 2008)
El LNG es utilizado en Estados Unidos desde 1940. se cree que el "gas barato" dentro de Estados Unidos llegará a su fin, debiéndose echar mano del LNG en tanto se desarrollen energías alternativas.
Europa y Asia han registrado records en importaciones LNG (en periodos pico de consumo, particularmente en épocas de frío en 2006) y se vieron emerger precios por cargas "spot" de más de USD 20/MMBtu.
Es un negocio que tiene a tanqueros de Trinidad & Tobago o de Nigeria navegando al mercado energético japonés, solo por dar ejemplo. Inclusive hay complejas fórmulas contractuales tipo "swap" (cambio) que algunos productores llevan a efecto para reducir tiempos de entrega y costos de navegación marítima.
Todo éste entramado responde, necesaria y rotundamente, a una nueva política energética con visión de largo plazo.
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