sábado, 26 de julio de 2008

A Tarija le roban el proyecto LNG y ahora el de GLP

Por Boris Gómez Úzqueda*

Me adscribo a la incredulidad del gobernador de Tarija en sentido de que ésta administración gubernamental no logrará consolidar el estudio para una "gran planta de GLP (gas licuado de petróleo) en Tarija" que sería "la más grande de Bolivia", estudio que ni empezó ni toma en cuenta el proyecto prefectural ya elaborado hace más de dos años.

En todo caso esto es apenas un acápite del gran daño que Tarija sufre por la "nacionalización". De haber corrido el proyecto LNG (liquid natural gas) en su momento ahora estaríamos iniciado los prolegómenos de una política de industrialización: de electricidad a partir de gas, de plásticos, de combustibles (tipo GTL gas to liquids) y con mercados cercanos tan necesitados de electricidad, de gas y de líquidos. Para que nos termine de dar rabia: los precios internacionales de líquidos están en su mejor momento (no sólo de barril de petróleo, ni de millar de BTU british termal unit de gas), sino de los combustibles: el diesel que tanto requiere Brasil para sus generadoras de electricidad o Chile con igual propósito cuesta en el mercado internacional USD 165 por bbl (barril). Y Argentina prefiere pagar 17 USD por millar BTU de gas y asegurarse provisión en vez de sufrir malabarismos y recortes de su proveedor boliviano.

Tratemos de entender la incongruencia de la "política energética" del totalitarismo: prometen una planta de GLP a Tarija pero por otro lado anuncia inversión de 86 millones de dólares para la construcción de la separadora de GLP y gasolina natural en Río Grande (Cordillera) pero utilizando gas extraído del Chaco en Tarija. La "movida" es sencilla: los autoritarios quieren confrontar a Tarija con Santa Cruz, pero olvidan que el proyecto de geoestratégica energética boliviana incluye de manera coordinada a Chuquisaca, Cochabamba, Santa Cruz y Tarija, unión de regiones productoras de hidrocarburos. La planta de Río Grande, concretamente, se reclamó siempre porque era una necesidad para evitar que la corriente del GSA (gas sales agreement contrato de venta de gas a Brasil) se lleve licuables que bien podrían ser utilizados en el mercado interno sin afectar la calidad del gas exportado. En todo caso éste es un proyecto chico comparable con el LNG o la industrialización que se le robó a Tarija y de la que hemos hablado ampliamente.

Si bien es cierto que el país necesita cubrir su demanda interna de GLP (100 000 garrafas/día tope con la producción) no es menos importante señalar que el cambio de matríz energética en el país aún no operó. El uso de gas no está "democratizado", debiéndose haberlo direccionado a generación de electricidad para reducir consumo de GLP o de gas por redes.

La promesa del régimen referida a la construcción de "otra" planta de GLP que dicen será para la provincia Gran Chaco no es creíble y es una postura –como dijo el gobernador de Tarija- "antitarijeña" que muestra a todas luces el régimen autoritario.

En todo caso el tema no va por allí: en la "nacionalización" los totalitarios prometieron "industrialización" de gas en valor agregado, adicionalmente exportación de excedentes vía LNG. Obviamente éstos procesos implican reservas certificadas, producción garantizada, excedentes en reservorios, mercados seguros, contratos pactados e inversiones globales. Nada de eso existe en Bolivia por lo pronto, y sólo como ejemplo valga redundar que el proyecto de LNG chaqueño para México y Estados Unidos –que hubiera arrancado con éxito de haber primado la visión grande- tendrá modelos empresariales parecidos de pronto desarrollo en América del Sur.

Chile (en su puerto de Quintero) y Argentina (en Bahía Blanca) impulsan a paso largo sus proyectos de LNG, ante la incertidumbre de adquirir gas boliviano. Aquí Tarija hubiera jugado un rol importante, pero primero le roban su proyecto de LNG y luego su proyección de venta de gas excedentario (vía combustibles o electricidad) a Chile y Argentina. Ya dijimos que "gracias" a la nacionalización Argentina paga USD 17 por millar BTU por el LNG que adquiere (para tapar un déficit de más o menos 24 millones de metros cúbicos día), pudiendo adquirir electricidad y gas en el mercado tarijeño. Claro eso sería factible de no ser por el autoritarismo cavernario que impide el desarrollo nacional y ahora latinoamericano.

Desde Tarija un "muchas gracias" al autoritarismo por romper el desarrollo tarijeño, por liquidar el desarrollo boliviano y por perjudicar al progreso latinoamericano perpetuándonos en la pobreza

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