jueves, 17 de julio de 2008

Referéndum Revocatorio: Crónica de un fraude anunciado, por Eduardo Scott, Secretario de Hidrocarburos del Gobierno Departamental de Cochabamba


No es suficiente que la Ley del Referéndum Revocatorio sea inconstitucional en términos jurídicos; que tenga porcentajes arbitrarios, uno mínimo para el presidente y otro, más alto, para los prefectos, y que encima constituya un absurdo en términos políticos, puesto que revierte el principio universal en el que las mayorías eligen, para hacer ahora que las minorías sean las que revocan a autoridades electas. También se prepara un fraude electoral monumental encabezado por el Presidente de la Corte Nacional Electoral, José Luis Exeni, quien, como jefe de la pandilla, se muestra activo en el fraude que el Gobierno prepara en agosto, a nivel nacional.

Lo que se observa del Padrón Electoral de Cochabamba es tan burdo que cuesta creer que la Corte Departamental piense que alguien pueda tragarse semejante falsificación. Resulta que en apenas dos años y medio el padrón en Mizque ha crecido en un 16%; en el Chapare en un 20%; en Tiraque en 22%; en Tapacarí en 25%, y en Carrasco nada menos que en un 33%. Provincias todas en las cuales el MAS obtuvo victorias en Diciembre del 2005. El incremento en Tapacarí del 25% es grotesco, Tapacarí es una de las 5 provincias más pobres de Bolivia, esto hace que su gente migre a otros lugares, principalmente a Cercado. Sin embargo, se quiere hacer creer que repentinamente todo el mundo se trasladó a Tapacarí a disfrutar de la miseria, lugar donde además, la Prefectura ha sido la única Institución que ha promovido Proyectos de Desarrollo Sostenible y donde SE no ha ido ni en helicóptero.

Exactamente al revés sucede en las Provincias más prósperas, en las cuales el MAS ha perdido. El padrón electoral de Arani se encoge en un 2%, mientras que en el Cercado, donde el Prefecto Reyes Villa ha ganado abrumadoramente, aumenta en apenas un 5% y donde era lógico que el aumento poblacional y migratorio hubiese alcanzado por lo menos un 8%.

De los datos urdidos por la CDE se comprueba que en dos años y medio ni un solo cochabambino habría muerto (aunque en ese lapso han fallecido unas 24 a 28 mil personas, ni que tampoco 300 mil cochabambinos se han marchado al exterior en el éxodo del 2006 – 2007). Pero votarán los muertos, votarán los ausentes, votarán los duplicados y triplicados por mesa, por CI y por registro electoral; y Exeni, con su bigotito a lo Hitler, será el artífice del más grande fraude electoral de la historia, superior, inclusive al de Pereda Asbún y al de la Banda de los Cuatro de tan nefasto recuerdo.

Lo que queda en síntesis es una ley inconstitucional concebida por el MAS en la Cámara de Diputados y parida por PODEMOS en el Senado; partido que, ante su extinción fáctica, aprueba el monstruo jurídico para recuperar alguna vigencia. Por supuesto, sin importarle el inmenso daño que hace a la institucionalidad nacional y a la posibilidad de desarrollar las autonomías departamentales.

Estamos presenciando el mayor absurdo de la razón y de la ética de toda la historia republicana, pero, peor aún, la mofa más indigna de todo sentimiento de justicia y de respeto por la ley. Deben ser los bolivianos, hombres y mujeres, los que califiquen esta suerte de asociación delictiva que dos partidos de discursos distintos, pero de espíritu idéntico, que quieren conducir a Bolivia a la más profunda crisis política y social de su historia, sin que les importe que esa crisis derive en fractura de la unidad y continuidad nacional.

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