jueves, 8 de noviembre de 2007

Entrevista: “En Bolivia la crisis política degeneró en crisis energética”

Analista considera “insuficiente” el flujo de inversiones

• Advierten que “no es tarde” para reconducir la política energética

Por: Itza Terrazas, periodista

La política del gas debe ser a largo plazoSegún el consultor en energía y actual gerente de un gremio empresarial en Santa Cruz y columnista de nuestro medio, Boris Gómez Uzqueda, la principal excusa que se maneja con relación a la crisis energética boliviana es que en los pasados años en el país no hubo inversiones petroleras para aumentar la producción, lo que es “una muletilla con la que excusan pobres resultados de la “nacionalización” .

“Lo que aquí hay es un pobre desempeño político que degeneró en una crisis energética, porque sencillamente y hasta la fecha, no existe una política energética de largo plazo que vaya suelta de agendas coyunturales”, dijo.

Recordó que, sigue en pie, la promesa del gobierno actual por la que dijo que el “gas sería para la gente”, “yo lo que veo es que no hay gas para los ciudadanos, no se inició proyectos masivos de instalación gratuita de gas a domicilios, ni a industrias y peor aún el proceso de industrialización en derivados no tiene visos de comenzar”.

Lamentó, además, la constante intromisión en asuntos energéticos bolivianos de parte de la compañía estatal multinacional de Venezuela lo que, según el consultor, “arrinconó a Bolivia y la dejó archivada en su potencialidad de negociar proyectos energéticos de largo aliento”.

“No entiendo porqué no hay agresividad en Bolivia para liderar un verdadero proyecto energético de complementariedad e integración continental, pareciera que nos quieren dejar de carro de cola”.

El empresario manifestó que Bolivia se enfrenta ahora a dos frentes; “Si a partir del 2008 no se desarrollan campos para tener volúmenes de gas adicionales, con capital de exploración y explotación que tendría que venir de afuera no podremos garantizar el consumo interno ni el suministro externo”, explicó y remarcó que mínimamente el Estado boliviano debiera asegurar el mercado gasífero hasta 2012.

Uzqueda dijo que “en lo interno la micro empresa y las fábricas se incorporan a utilizar gas, así como mayor cantidad de vehículos que utilizan GNV, quedando pendiente instalaciones domiciliarias a escala y grandes proyectos eléctricos (o mineros, como el caso San Cristóbal y el Mutún).

Hasta la fecha no se sabe cómo paliarán sus requerimientos de gas porque no conocemos que se vayan a hacer inversiones multimillonarias para exploración, producción ni menos industrialización”.

Explicó que la matriz energética persiste el bajo consumo de gas, y que no se gasificó el país como se esperaba; es sabido que habrá mínimas inversiones que serán sólo de mantenimiento de operaciones.

Esto se debe porque “el estado de incertidumbre del país es inocultable y los capitales multinacionales no invierten en estados que tienen procesos de descomposición política tan marcada”, dijo.

Advirtió, “no olvidar que los proyectos petroleros o gasíferos son de ciclo largo, tardan en madurar y ejecutarse, y requieren ambientes políticos de tranquilidad, porque sus resultados y rentabilidad esperadas no son inmediatas”.

Según datos públicos desde mayo del 2006 la producción de gas cayó de 40 MMmcd (millones de metros cúbicos por día) a 37 MMmcd frente a un consumo interno creciente de de 6,5 MMmcd.

El gasoducto de venta de gas a Brasil con Petrobras está pactado por 30 MMmcd y 20 MMmcd con Argentina, que al presente, tendría que estar recibiendo 4,7 MMmcd pero sólo se envía 1; a ello el consumo de la proyectada siderúrgica del Mutún, con la Jindal, que requerirá 10 MMmcd.

Para el 2012 la demanda interna de gas natural consumirá casi 9 MMmcd, siendo la propia Cámara Boliviana de Hidrocarburos la que explicó que este año el país consumirá un promedio diario de 5,84 MMmcd, para el 2008, 6,54 luego trepará a el 2009 a 6,80, el 2010 a 7,52, el 2011 a 8,23 y el 2012 a 8,51.

“Hay un conjunto de operaciones financieras globales para posicionar a Bolivia como hub (centro) energético” dijo Gómez Uzqueda coincidiendo con otro análisis de otro consultor experto quien días atrás señaló que para satisfacer demandas energéticas, montar una infraestructura de refino, honrar compromisos de exportación y E & P (exploración y producción).

Tiene que haber en el país una inversión de por lo menos 8.000 millones de dólares, incluyendo proyectos de gasoductos y exportación de gas a ultramar, conversión de gas a líquidos, petroquímica y producción de condensado, explicó Uzqueda.

“De momento es tiempo de dar un golpe de timón a la “nacionalización” y abrir a que capitales multinacionales se metan de lleno a la exploración, a la producción, a la industrialización y a la satisfacción de mercados internos y externos, pero con estabilidad y reglas democráticas muy claras”, concluyó.

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