Hay ingenuos que creen que el gigante energético petrolero, Venezuela, está profunda y vocacionalmente interesada en desarrollar una industria de gas (con derivados) en su pobre y coyuntural aliada Bolivia.Los aún más ingenuos confían en que la "nacionalización" de hidrocarburos ejecutada por los dirigentes estatales y su "programa" –que nadie conoce- de "industrialización" serán cumplidos antes del fin de su periodo constitucional.
¿En qué consiste su programa de valor agregado para el gas? No conocemos proyectos de instalación de infraestructura en grandes inversiones (exportación de excedentes en gas natural licuificado LNG, conversión de gas a líquidos GTL, nueva industria del dimetil éter a partir del gas DME, etc). Ni tampoco conocemos un programa de "socialización del gas", que provea instalaciones de gas domiciliario, abaratamiento de distribución, plantas de GLP ni termoeléctricas para mercado interno o para exportación de electricidad. Pero, sí nos acostumbraron a permanentes visitas del Jefe de Estado de Venezuela y a la firma de muchos acuerdos.
Esperemos que alguno de esos documentos funcione. Recientemente, firmaron para un proyecto de exploración en el Norte de La Paz, zona considerada "no tradicional" para la industria, y por la que Venezuela pone el dinero y la estatal boliviana retiene el 60% del paquete accionario en la recientemente constituida Petroandina. Otro tema: en Chapare -en la región de siembra de extensos cocales- también financiarían la construcción de una termoeléctrica. Son buenas intenciones que –con honestidad- esperamos se concreten.
Pero, lo contradictorio del asunto es que Venezuela –tan amigos de la dirigencia estatal- firma acuerdos y pactos en inversiones energéticas para "beneficio" de Bolivia, pero en los hechos, busca competir a Bolivia en su único "mercado natural" de gas como es Argentina (a donde Bolivia envía volúmenes entre 4 a 5 millones de metros cúbicos/día MMCD y que se incrementarán hacia el 2010 hasta 27 MMCD), porque es seguro que habrá un perjuicio cuando la petrolera estatal venezolana provea LNG a la Argentina, una vez se haya concretado la construcción de la planta regasificadora, que acordaron llevar adelante ambos países y que permitirá suministro de 10 millones de MMCD de gas a ese país, satisfaciendo así el 10% del consumo de gas argentino.
Venezuela está expandiendo sus operaciones en negocios energéticos en todo el continente, asegurándose, de momento, el mercado argentino para su gas, que aunque no tiene en abundancia puede abaratarlo cuando quiera, porque tiene una "buena espalda" por negocios petroleros.
Anteriormente, ya ofreció gas a Brasil ¿también, en detrimento del gas boliviano que allí se exporta?
Como ya conocen el negocio de energía, les puede ir bien en LNG, y dejar a Bolivia, en "simple reserva".
Podrían bajar costos de transporte y logística de LNG, que es altamente costoso y el precio de venta del gas boliviano no sería competencia para el venezolano.
Grandes proyectos, pero a la fecha no existe una planificación estructurada de lo que verdaderamente se debe hacer con excedentes de volúmenes de gas boliviano, cuando hayan. La "política energética" está aún por escribirse con participación e inclusión de todo el pueblo boliviano, que reclama hacer suyo ese gas para salir de la miseria, pero sin neocolonialismos energéticos.
¿Hay amistad o competencia venezolana?
No hay comentarios:
Publicar un comentario