Actualmente Bolivia cuenta con un buen nivel de reservas internacionales, 4.700 millones de dólares, gracias a las exportaciones y a los buenos precios del mercado internacional, pero internamente el país registra una inflación del 10,5% anual, índice que podría incrementarse en los próximos meses, según el analista y ex presidente del Banco Central de Bolivia, Fernando Candia.
La opinión del analista fue hecha en la conferencia “Veinte meses de gobierno, conflictos y gobernabilidad”, realizada en días pasados y convocada por la Cámara Americana de Comercio (AMCHAM) en un almuerzo para sus asociados, en la que Candia realizó un análisis pormenorizado de la actual política económica.
En su opinión, el gobierno ha intentado justificar las causas de la inflación con distintos argumentos, sin embargo se debe reconocer que es un problema monetario: los depósitos en los bancos están creciendo a una tasa del 40% anual, mes a mes.
Esto significa que hay liquidez en la economía boliviana, resultado de las exportaciones y de la buena coyuntura de precios en mercados internacionales, sin embargo hay ausencia de inversión para lograr un crecimiento equilibrado, sumado a un gasto público.
Candia explica esto de la siguiente manera: si al crecimiento de la demanda de bienes y servicios se respondiera con mayor inversión duplicando la capacidad instalada de la industria, se podría producir el doble, esto significaría –en un contexto de mercados internacionales favorables- mayor crecimiento y no más inflación. “En un caso así, la economía lograría crecer en un 8 o 10% porque esas exportaciones están motivando mas inversiones y están creando más capital físico, financiero y más producción, y por lo tanto mayor oferta de bienes con estabilidad de precios”, advirtió.
En el análisis de Candia, en el país ocurre lo contrario. Hay mayor liquidez y poca inversión, por lo tanto se presenta la inflación. “Uno puede pensar y cuestionarse porqué ahora que Bolivia tiene plata no la puede gastar… porque si la gasta sube la inflación”, resaltó.
Según el analista, una manera de esterilizar ese excedente de dinero es revaluar la moneda (bajar el tipo de cambio) en un 25% y no como se hace actualmente de un centavo a la vez porque no tiene efecto. También cuestionó el efecto del Banco Central al abrir una ventanilla al público para vender títulos valores denominados en bolivianos con un rendimiento del 8% cuando la inflación está en el 10,5%. En su opinión, si el Gobierno tiene la intención de corregir el exceso de dinero en la economía, sólo puede hacerlo aumentando el superávit fiscal, es decir “dejando de gastar”.
Si el superávit en cuenta corriente es del 9% del Producto Interno Bruto (PIB), la mejor forma de neutralizar ese resultado es teniendo un superávit fiscal del 9% del PIB y no del 5%, sin embargo la política económica del gobierno es expandir el gasto argumentando que el aumento de la actividad estatal dinamizará la economía. “Esto equivaldría a cortarse el brazo principal con el que quiere hacer funcionar las cosas”, advirtió.
En su opinión, el sector público debe ahorrar porque la capacidad de absorción de la economía boliviana es muy limitada. “Es como un niño con anemia, no le puede hacer una transfusión masiva de sangre porque podríamos provocarle la muerte… y lo mismo acontece con los recursos que una economía puede asimilar en un período de tiempo determinado”, dijo Candia
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