viernes, 27 de noviembre de 2009

Ecuación energética sustentable

Industrializar el gas debe ser prioridad para el próximo periodo 2010-2015

• Por: Boris Gómez Uzqueda

En esa línea de pensamiento he insistido en que desde el Estado se formulen mecanismos de diálogo permanente con la sociedad a través de un Consejo Nacional de Energía e Hidrocarburos (oferta que publiqué en reiteradas ocasiones y en varios periódicos desde el pasado mes de enero) a cargo de proponer una NPE Nueva Política Energética que sustentada por una Nueva Ley del sector encamine esa nueva ecuación energética sustentable para el país.

La tarea primordial, entre las otras que se dijeron oportunamente, estarían de encaminar un plan para la estatal petrolera orientada a industrialización. Salir del circulo perverso de la importación de líquidos refinados que “comerán” fondos estatales por subsidio (en más de $us. 1.500 millones). De seguir en esa ilógica ecuación por tres o cuatro años Bolivia perderá el valor de una planta de GTL (de conversión de gas a líquidos, a diesel Premium). Siendo que todo el diesel consumido internamente debe ser importado, ese debe ser el principal acicate para impulsar la industrialización vía un complejo de GTL.

Otros analistas siguen insistiendo en que el GTL “no es viable”, cuando objetivamente sabemos que la energía de nueva tecnología ya está siendo operada en el mundo, y en algunos años más -el tiempo que tardemos en la conceptualización del proyecto, su implementación de ingeniería y puesta en marcha- seguirán avanzando tecnologías de industrialización de gas en nueva petroquímica del etano/metano y en productos como DME (di metil éter), entre otros. La industrialización, en concreto, debiera arrancar con lo que más necesitamos. Diesel para consumo interno y en su mayor volumen para mercado brasilero, argentino y chileno. Y generación de electricidad.

El complejo debiera estar por razones de costo de transporte en el mismo reservorio -o, como ya hemos dicho, en el puerto de donde también de debiera exportar LNG gas natural licuificado congelado- con la estatal petrolera comandando una sociedad de riesgo compartido en una inversión que podría ser: 2.000 millones $us. para una megaplanta de 30,000 bbl (barriles día) de diesel, que consumiría entre 3-4 Mmm3d (millón de metros cúbicos día de gas) y una generadora de gas para cubrir la demanda del mercado chileno, argentino, paraguayo e interno.

En todo el periodo de la nacionalización de hidrocarburos se van a despilfarrar cerca a 1.400 millones $us. en subvención. Un buen porcentaje de dinero capex (erogaciones de capital destinados a crear beneficio) ¡que bien hubieran servido para la ingeniería de una planta de industrialización!

Las cifras muestran que ya es tiempo -pese a los años perdidos- de hacer en serio las cosas, las cifras muestran que la nacionalización debe permanecer en los actuales contratos, pero para nuevas iniciativas en GTL, o planta de producción de plásticos vía petroquímica, o exportación de LNG el Estado Boliviano debe ser “socio” mayoritario estratégico, utilizando para ello hasta 5.000 millones de las RIN reservas internacionales netas en diversos proyectos de industrialización.

Paralelamente a un programa de industrialización debe iniciarse un programa intensivo de exploración de nuevas áreas, certificación de reservorios y producción de gas para ser destinados a cumplir nuevas operaciones como las señaladas. Seguir pensando en contrario a la industrialización es ilusión. Debemos dejar de tirar dinero en subvenciones -porque está comprobado- esos capitales podrían servir para arrancar eso que tanto dicen "la industrialización".

Máster en Administración, técnico en hidrocarburos, ejecutivo de una compañía de servicios en tecnología y energía

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