La soberbia imperial con la que el régimen empezó a diseñar su plan de “nacionalizaciones”, en 2006, luego de su arribo a la dirección del Estado se está desmoronando a pedazos: la nacionalización no funcionó y el toque final será la caída de ingresos por venta de gas.
El negocio energético es complejo. Más aún el gasífero que requiere de ingeniería financiera y logística especializada para monetizar reservas de gas y finalmente llevar gas o productos de valor agregado a mercados consumidores.
Eso no fue entendido y en vez de aproximar a Bolivia a modelos exitosos de explotación de gas como desarrollan Qatar o Emiratos Árabes Unidos nos encerramos en un ostracismo patrocinasdo por “la gran amistad” del dictador venezolano que –pese a la baja de la cotización del crudo- seguirá con holgura edificando su “imperialismo” energético en el sur: obviamente no le conviene a Venezuela una Bolivia poderosa en productos de valor agregado al gas.
Argentina y Brasil desembolsarán mucho menos por el gas boliviano que consumen, “gracias” a la inexistente política energética boliviana y a la caída de precios del crudo: por ello las formulas de precio a nuestro gas (señaladas conforme a “canasta” de Diesel y Fuel Oils respectivamente) caerán irremediablemente: para Argentina llegará máximo a USD 4.58/MMBTU (por millar de unidades termales británicas) por los cerca de 6,3 MMm3/D exportados. Y para el caso brasilero el precio de exportación de gas llegará a USD 4.30/MMBTU y eso que “sólo” se exporta a ese país 20 MMm3/d (millones de metros cúbicos día) de los 30 MMm3/d pactados en los noventa, precios comparativamente no convenientes con relación al "referente" del gas que es el "Henry Hub" que está a la fecha en USD 3.65/MMBTU
Los nacionalizadores nunca entendieron la vocación económica boliviana: no es la minería ni la agropecuaria ni la industria, es la energía!!
Los hidrocarburos convenientemente industrializados serán (por de pronto hay que seguir estando a la cola) el “producto estrella” de exportación boliviano: a partir de darle valor agregado al gas en electricidad, en plásticos en nuevos combustibles (como diesel y dimetil éter a partir de transformación del gas en procesos GTL), como metanol, úrea, sales y fertilizantes y toda la gama de petroquímica (de nueva tecnología a partir del metano).
La industria, el sector agrícola y minero están indisolublemente ligados a los hidrocarburos: necesitan electricidad, gas y combustibles a “costo cero” o por lo menos a precio reducido para ser competitivos….pero los nacionalizadores nunca entendieron que la matriz económica boliviana es el gas y que en ese horizonte debieron asociarse a compañías multinacionales, con reglas de juego claras y justas y generar inversiones para hacer de Bolivia el suplidor continental de energía construyendo una visión de Estado basada en hidrocarburos.
Pese a la incompetencia y a la ausencia de política energética –nunca tuvieron ni nunca propusieron al país cuál la visión y la ruta a seguir en energía para el desarrollo- y con líos de por medio, con confrontaciones y entuertos Bolivia recibió del gas su “producto estrella” de exportaciones dinero que le permitió disimular su inoperancia en otras áreas y cubrir su elevado gasto fiscal, de manera que cuando leamos los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) notaremos que gracias al gas la balanza comercial 2008 muestra superávit.
Tarija, Santa Cruz, Chuquisaca y Cochabamba debieran a la par de marchar por la defensa de la democracia contra el autoritarismo que “cerca” el Parlamento empezar a gritar ante el mundo que la “nacionalización" de hidrocarburos que es la oferta gubernamental principal fue un burdo fracaso que obligará a los bolivianos a recibir un recorte de 40% mínimo de ingresos. De mi parte...tengo la conciencia tranquila, cuando mis hijos y nietos me pregunten yo les diré que puse mi grano de arena en desenmascarar ésta impostura que se llama "nacionalización".
Alguien argumentará que esa reducción es por la caída de precios del crudo, es eso también es cierto, pero en mayor parte la culpa de que Bolivia no haya consolidada una industria de valor agregado al gas es porque desde el Estado no se sedujo a capitales multinacionales –con legislación y reglas claras- para que se establezcan en el país a industrializar el gas en condiciones de sana sociedad con Bolivia.
Siendo así nuestra “renta” o principal ingreso se va a reducir en un 40% de los 3200 millones USD que en 2008 se recibieron, todo porque tanto volúmenes exportados como reservorios se han reducido sin la posibilidad de: a) incrementar financiamiento en exploración de nuevos territorios; b) certificar comercialidad de nuevos reservorios, c) desarrollar inversiones en perforación y explotación, d) menos aún buscar y consolidar otros mercados con construcción de nueva infraestructura como refinerías y gasoductos, e) y finalmente industrializar el gas…porque todo esto requiere ambientes de certidumbre y plena legalidad.
El acto final de la nacionalización será la importación. Ya están importando diesel venezolano, luego quizá gasolina chilena y pronto GLP….porque la demanda interna en combustibles, en gas, en electricidad, en GLP no pueden ser satisfecha, y peor aún no salimos del círculo vicioso de seguir siendo un país exportador de materia prima.
La conclusión redundante: que los dirigentes estatales convoquen de urgencia en acto de salvación de Bolivia a un Consejo Nacional de Energía e Hidrocarburos en donde todos los sectores privados, sociales y académicos diseñemos una propuesta de Política Energética con su respectiva legislación para volver a abrir el país a la inversión internacional y al desarrollo contra la pobreza.
Un espacio de análisis y debate de la realidad boliviana, desde la perspectiva energética. Energía, Gas, Petróleo para el Desarrollo Económico.
sábado, 4 de abril de 2009
Acto final de la Nacionalización de Hidrocarburos
Por Boris Gómez Úzqueda*
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