Por Boris Gómez Úzqueda*
Como la dirigencia estatal tiene por "agenda" la liquidación de Bolivia, resulta innecesario sugerir proyectos o negocios que importen concurso de capitales multinacionales, o de visión global y moderna, menos aún en hidrocarburos, que es un sector tan sensible. No resulta extraño, entonces, que la "industrialización" del gas haya sido simple promesa electoral. Ni hablar entonces -en lo técnico- de la industria del metano (CH4 componente mayoritario en 90% del gas natural) que como por ejemplo ocurre en Chile, que produce metanol a partir del metano.*Master en Administración
Veamos un poco el proceso de formación del metano: ocurre en rocas almacenantes que combinadas con calor, presión y tiempo, separa enlaces carbónicos de la materia orgánica, mismo proceso que origina al petróleo, pero en el caso del gas ocurre a una mayor profundidad (con mayor presión y temperatura) y da por resultado la formación de metano. Para aquellos casos en el que el reservorio es muy profundo el gas natural puede ser metano casi puro. En la superficie ocurre también que pequeños microorganismos "metanógenos" producen metano descomponiendo materia orgánica; que no siempre son atractivos comercialmente porque se disipa en la atmósfera, aunque los basurales son grandes fuentes de este tipo de metano aún se está desarrollando tecnologías para atraparlo y utilizarlo.
Lógicamente también hay procesos de obtención de metanol a partir del etano (C2H6, 5% del gas), aunque la industria chilena utiliza el metano que por cierto Bolivia tiene en tan gran abundancia y que tiempo atrás a algunos ingenuos se les ocurrió sugerir que sea venteado (quemado) para favorecer a la exportación de etano solamente. El mundo energético tiene muchas aristas que deben ser aprovechadas en climas políticos de estabilidad.
El metanol (CH30H) es un líquido petroquímico compuesto de cuatro partes de hidrógeno, una de oxígeno, y una de carbono, que se produce de combustibles fósiles renovables y de no renovables que contengan carbono e hidrógeno, en el primer caso utilizando un proceso catalítico para el gas natural (metano).
Tiene presencia cotidiana en nuestros hogares, vehículos y otros (refrigerantes, productos decorativos, lavandinas, pesticidas, asientos de vehículos y un sin fin de otras utilidades). Desde botellas plásticas reciclables hasta productos farmacéuticos, desde poliéster hasta pinturas.
Se utiliza como materia prima en producción de químicos como ácido acético y formaldehído, adhesivos, goma, espumas y líquido limpia parabrisas, como también en aditivo MTBE (éter metil terc- butílico) componente de gasolina de combustión limpia. Además se está utilizando cada vez más en purificación de aguas servidas y como combustible para celdas para teléfonos celulares, computadoras portátiles y en menor escala en transporte (en motonetas).
Una industria de éstas características "exige" una serie de "requisitos" mínimos: gobernabilidad, seguridad para inversiones, mercados consolidados y estabilidad. La idea central de esto, como en algún momento ocurrió con la fabricación de DME (di methil eter) a partir de utilizar alguna porción de reservas de gas, implica la consolidación de una compañía boliviana asociada a una multinacional de grandes capitales, para ello teniendo en cuenta: capacidad de reservas confirmadas de gas a precios competitivos (no hay gas ni para el mercado interno, por falta de incentivos a la exploración y a la producción y por la tensa situación de ingobernabilidad que la dirigencia estatal ha sometido al país), ubicación geográfica cercana a las rutas principales de transporte (nuevamente el punto neurálgico: ¿de cuál puerto saldrá en exportación éste metanol, de un puerto peruano o de uno chileno?), disponibilidad de agua para usar en el proceso de producción del metanol, etc.
Siguiendo el ejemplo de la industria chilena: tiene más de 1.500 millones de dólares invertidos en sus plantas ubicadas en Cabo Negro, cerca de la ciudad de Punta Arenas, en el corazón del sector productor de gas y petróleo. Tiene capacidad anual de producción de 3,8 millones de toneladas y satisface 10% del mercado mundial.
El gas que Methanex utiliza para elaboración del metanol adquiere de otras compañías, principalmente mediante contratos tipo "ancla".
La "fabricación" del metanol a partir del gas ocurre cuando en su primer proceso de "reformación" el gas es mezclado con vapor bajo calor para producir un "gas de síntesis" que consiste en hidrógeno, H2, CO, monóxido de carbono y CO2 dióxido de carbono. En una segunda etapa de "compresión" ese gas de síntesis es presurizado (comprimido) y sometido a reacción (convertido) para formar metanol "crudo" compuesto por 75% metanol y 25% agua y es almacenado temporalmente para verificar posteriormente trazas e impurezas que se remueven en el proceso de destilación. En la planta –y como último proceso- ocurre la refinación donde el metanol es extraído en forma de vapor, posteriormente almacenado en tanques hasta el momento de ser distribuido. Como en el LNG la logística de transporte de metanol utiliza camiones, trenes, barcos y oleoductos.
Éste el resumido mundo del metanol que en Bolivia podría ser producido para mercados internacionales, generando inversiones, fuentes de empleo e ingresos fiscales para infraestructura y para reducir la pobreza; pero como aquí la dirigencia estatal tiene una visión chata de la historia es casi imposible pensar en proyectos de escala.
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