El prefecto de Cochabamba Manfred Reyes Villa, no estaba "loco" ni era un "desatinado", cuando hace dos meses atrás le propuso al presidente Evo Morales poner a consideración del pueblo la continuidad de su mandato, lo hizo pronosticando que el desgaste de la gestión de Morales, la incapacidad de plantear políticas de desarrollo y su obsesión de confrontar a la sociedad civil terminarían por volcar a las calles ese clamor de renuncia.
En ese entonces, Reyes Villa le propuso al presidente una salida por las urnas, le propuso someterse a un Referéndum Revocatorio, entendiendo que al gobierno de Morales, se le iba a descomponer el clima social.
"Estamos todavía a tiempo de ir a las urnas, que no sea por las calles, o el descontento popular que determine sacar a Morales del gobierno, quebrantando el régimen democrático", dijo el vocero del prefecto cochabambino Erick Fajardo, a tiempo de manifestar, que el pueblo debe ser quien se exprese por la vía democrática, lo otro sería esperar a que el descontento social y la crisis se descompongan todavía más y que el clamor del pueblo crezca hasta convertirse en una voz unísona en todo el país.
"En lugar que el presidente Morales, esté intentando derrocar a prefectos o asfixiarnos financieramente, dañando a las regiones lo que le corresponde es convocar a un Referéndum Revocatorio", añadió Fajardo.
Esta es la propuesta a la que la mal llamada oposición criticó, esta es la propuesta a la que el mismo Comité Cívico de Santa Cruz descalificó en ese entonces, esta misma propuesta que hoy día, las bases de esa institución cruceña, le dan como mandato.
Esto es lo que Jorge Quiroga, el mal llamado líder de la oposición en Bolivia, descalificó en su momento, calificándolo de "desatinado" e "irresponsable".
La izquierda y la derecha de este país se pusieron en contra de Manfred Reyes Villa, cuando lo único que él hizo fue recoger el sentimiento popular, que hoy en día se expresa en las calles.
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