Había sido velorio ! por Cayetano Llobet

El llamado “Consejo Político” ha resultado la confesión firmada del fracaso de la Constituyente. Don Álvaro García Linera, en tres semanas, desnudó la fantochada de la famosa “representación de los pueblos”, se mató de risa de la “originaria y plenipotenciaria”, y reunió a unos fantasmitas dizque representativos (¡) del espectro político nacional. El MNR (o sus cenizas) y Unidad Nacional (siempre buscando certificado de supervivencia) se incorporaron en plenitud al nuevo oficialismo constituyente y, ¡pum!, apareció el germen de la nueva Constitución.

De hecho, el Presidente, el Vice y sus ministros, podían haberse ahorrado todos sus viajes a Sucre -¡para orientar a sus constituyentes!- si hubieran asumido que era mucho más fácil convocar a los nuevos catorce amiguitos en su oficina y haciendo oficiar de portavoces de la nueva instancia legislativa a supuestos opositores. No le falta talento a don Álvaro para usar bien sus instrumentos.

El único detallito que se les escapó es una cosita que se llama realidad. Don Álvaro y sus amiguitos no saben que la Asamblea Constituyente está en vías de fallecimiento porque no ha cumplido, ¡ni va a poder cumplir!, el único objetivo para el que fue pensada, creada y organizada: la permanencia indefinida de Evo Morales en el poder y la institucionalización de la dictadura civil vitalicia. Todo lo demás son versos improvisados para disfrazar el proyecto totalitario.

Y algunos de los amiguitos de don Álvaro -que no tienen idea de política, pero que no son tontos- creen que subiéndose al carro del evismo, al que le asignan larga vida, salvan su propio futuro. Son los chiquitos que quieren seguir jugando, sabiendo que don Álvaro es el dueño de la pelota ¡Y hay que decirle sí a todo, para seguir jugando! Y en lo de jugar con pelota ajena, el MIR fue un extraordinario especialista... ¿habrá alguna nostalgia?

¿Les habrán contado a don Álvaro y a sus amiguitos, que la Asamblea no se va a reunir mientras no retome todos los temas que deben discutirse? Es evidente que alguno de los amiguitos creyó ser ingenioso con la ridícula propuesta del “cuarto poder” y el chistosito sólo consiguió enojar a los chuquisaqueños. Porque si ceden el fondo a Sucre, ¡se van a enojar los paceños! Y aquí no hay duda posible: la única apuesta del MAS y sus amiguitos, es La Paz.

La realidad de la política, su regionalización, la ausencia de Estado verdadero, las guerras perdidas del gobierno -la de enero en Cochabamba, la de agosto en Sucre y la de octubre en Santa Cruz-, la persistencia de la implantación del proyecto autoritario con una creciente y desembozada presencia militar venezolana, son los hechos de fondo. Lo de Álvaro y sus amiguitos son juegos de jardín infantil.

Cierto, nadie puede quitarles la sensación de felicidad que tienen. Están convencidos de que están abriendo las puertas de la nueva Historia, sin saber, ¡ni remotamente!, que en medio del festín de helados y chupetes, globos de color, ¡muchos globos!, lo único que están haciendo es, lo que hace mucho tiempo debería haberse hecho: ¡redactar el epitafio de la Constituyente!

Cuando Álvaro los invitó, los amiguitos llegaron a la fiesta. Traían globitos, gorros, pitos, serpentinas, entusiasmo, gran disposición para aplaudir a los payasos. Resultó que no era fiesta... ¡había sido velorio!