
Foto: Luis Carlos Kinn Franco
La falta de políticas hidrocarburíferas, los bajos precios que paga el Gobierno por el barril de petróleo en boca de pozo y la falta de garantía de pago por parte de la Energía Argentina S.A. (Enarsa) impiden concretar nuevas exploraciones por parte de las empresas petroleras asentadas en el país.
Luis Carlos Kinn, gerente general de GTL Internacional y analista energético, afirmó que si se dieran todas las garantías, Bolivia tendría el gas suficiente para encarar la demanda de los mercados de Brasil y Argentina, que continuarán dependiendo del gas boliviano a pesar de las nuevas reservas encontradas en esos países.
“Las reservas descubiertas hasta el momento en el país sólo son el inicio”, afirmó Carlos Kinn al indicar que la mitad del país tiene gran potencial para los hidrocarburos. En su disertación en el tercer Foro Internacional de Energía manifestó que si hasta el momento ese gran potencial no está siendo explorado es por falta de políticas adecuadas que no pudieron concretarse ni en este ni en anteriores gobiernos, hecho que provocó el desinterés de las empresas privadas de ir a zonas con menos infraestructura y mayores riesgos.
La exploración está concentrada en zonas que ya han sido explotadas como Tarija (San Antonio, San Alberto, Itaú, Margarita) que concentra el 86% de las reservas del país.
Otro de los obstáculos que impiden concretar nuevas exploraciones es el precio interno regulado de petróleo que es muy bajo. “A los productores de petróleo el Gobierno paga les paga 27,11 dólares por barril y ahora el precio en el mercado internacional está en 79 dólares, si se descuenta el costo de transporte queda una ganancia neta en boca de pozo de 25 dólares, no alcanzando así para encarar proyectos de este tipo”, aseguró Kinn.
Luis Carlos Kinn, a diferencia de otros analistas energéticos, afirma que los mercados para el gas boliviano están asegurados pues en la última conferencia Internacional del Gas que se celebró semanas atrás en Río de Janeiro, la Viceministra de Energía de Brasil confirmó, por segunda vez, que después del 2019, cuando culmine el contrato Brasil – Bolivia, se suscribirá un nuevo contrato aunque con nuevos precios.
Según el gerente general de GTL Internacional, a pesar de que en Brasil recientemente se encontraron grandes reservas de petróleo, esto no será rentable para este país, puesto que “producir gas a partir de un gas asociado es más caro, además eso implicaría que el gas de Brasil tenga que ser llevado hasta la costa. En este caso más barato le sale a Brasil adquirir el gas desde un yacimiento boliviano que le cuesta unos dos dólares menos”.
En el lado argentino la situación es más crítica según explica el analista, y a pesar de que Argentina tiene una planta de NLG en la cual puede comprar gas desde fuera, el gas le cuesta alrededor de 18 dólares debido a que el proceso de congelamiento, transporte, y regasificación demanda una mayor inversión.
“Tambien para Argentina es importante el gas boliviano por lo que es muy seguro que siga aumentando los volúmenes de venta”, señaló Kinn, quien aseguró que si hasta el momento no se aumenta la demanda es a raíz de que los productores piden incluir una garantía de pago en el contrato con Enarsa, siendo este el principal motivo por el cual las empresas no han continuado perforando más pozos.
Actualmente Enarsa tiene un retraso de siete meses en el pago por los volúmenes pequeños que se han enviado.
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